Si hay algo que me caracteriza, según me dicen todos, es mi creatividad. No sólo en la cocina sino también en muchos aspectos de mi vida. Desde chica hacía muñecos con lo que tuviera a mano, iba a talleres de manualidades, le dije a mi abuela que me enseñe a tejer, pintaba, dibujaba, etc. La escritura es una etapa que vino después y que a principios de este año retomé con mucha fuerza (es una historia que les tengo que contar). Actualmente me despierto y me acuesto pensando en lo mismo: ¿Cómo hago para aumentar mi creatividad? Estudio autodidácticamente y hago mis propios workshop sobre el tema, mi casa ya se volvió una sucursal de librería con todos los papeles, revistas, fotos y materiales de manualidades que voy comprando pero en su mayoría encontrando en la calle. La creatividad es algo que me está ayudando cada día y de una manera que no se imaginan.
Ama y haz lo que quieras. - |
Mi mamá dice que empecé a escribir
cuando estaba en primer grado y tenía seis años, yo sinceramente no
me acuerdo. Lo que si me acuerdo es que cuando tenía diez años, en el 1998, fue una revolución empezar las clases porque ese año salióla “Revista Genios” de Clarín. Me acuerdo que ansié el comienzo
de las clases más que ninguna otra vez porque además de volver a
ver mis compañeros y compartir la merienda en los recreos, salía a
la venta esta revista. Desde que vimos el anuncio, con mis hermanos
no podíamos más de la emoción y la queríamos ya. Era una revista
tipo “Billiken” con cosas para la escuela, fascículos de
enciclopedia , dibujos para pintar, actividades para hacer, recetas
de cocina, manualidades, concursos y hasta regalos.
El primer número vino con una agenda
electrónica que me la quedé yo por ser la más grande. Tenías que juntar unos stickers que venían con la revista y cuando llegabas a los seis podías ir a canjearlos. Si existe
debería estar en el cajón que dejé en mi casa con todas mis cosas.
Así fueron pasando las ediciones y los años y cada uno tuvo su
regalo de la “Revista Genios”.
Uno de los primeros “Concursos” fue
uno que se titulaba “Amigos por carta” en el que obvio me anoté.
Tenías que mandar una carta a la revista y después ellos iban a
elegir cuales iban a publicar y de ahí empezaba el “juego”. Al
publicarse tu carta con tu dirección, otros niños del país podían
escribirte y empezar esta amistad. No sé que habré escrito en esa
carta pero debe haber sido algo interesante porque me empezaron a
llegar cartas y cartas a mi casa de niños de todo el país. Yo tenía
diez años y no entendía mucho que estaba pasando ni como funcionaba
esto del correo, sólo me dedicaba a leerlas nada más. Hasta que en
un momento mi mamá me dijo que debía responderlas porque así
funcionaba: uno recibía la carta, la leía, escribía la respuesta,
la mandaba y así en un loop interminable.
Llegó un día en el que me se me terminaron las cartas para leer y la única manera de seguir recibiendo era enviar una respuesta, tal cual me había dicho mi mamá. Pero había un problema y es que no sabía cómo hacer porque no iba a responder a todos los niños que me habían enviado cartas. No porque no quisiera sino porque tenía que ir a la escuela, hacer los deberes, estudiar y quien sabe que otra cosa más...era una niña muy inquieta y todos los días tenía algo para hacer. Algo que no cambió mucho en veinte años.
¿Saben que hice para “elegir”
quien sería mi amigo por carta? Las agarré todas, las tiré para
arriba simulando ser un “Susano” y agarré una: era una nena de
Bariloche llamada Jimena. Nos empezamos a escribir y cartas van,
cartas vienen nuestra amistad fue creciendo hasta que un día se
terminó y no supe más nada de ella. No fue por nada en especial,
simplemente dejamos de escribirnos. Nunca nos conocimos personalmente
y eso por ahí me hace un poco de ruido. Ayer recibí un recordatorio
de que era su cumpleaños y me volví a acordar de ella pero no tengo
su mail, ni teléfono, ni nada. Todavía no entiendo cómo es que
tengo un recordatorio de su cumpleaños y no su correo para
escribirle.
Entre que empecé a escribir esta entrada y la terminé, busqué a todas las Jimenas de Bariloche que cumplieran años en facebook y adivinen qué: LA ENCONTRE!!!
Si son de los que se animan escríbanme
un comentario o mail a amigosporcarta3.0@hotmail.com
así nos ponemos de acuerdo en cómo vamos a hacer para que esto siga
su curso.
Para los que no saben vivo en Italia entonces por ahí las cartas van a tardar en llegar pero es lo que hace mucho mejor esto. El esperar el correo es una de las mejores sensaciones que recuerdo de mi infancia, esa brecha entre carta y carta era peor que cualquier otra cosa pero estoy dispuesta a revivir esa sensación.
Para los que no saben vivo en Italia entonces por ahí las cartas van a tardar en llegar pero es lo que hace mucho mejor esto. El esperar el correo es una de las mejores sensaciones que recuerdo de mi infancia, esa brecha entre carta y carta era peor que cualquier otra cosa pero estoy dispuesta a revivir esa sensación.
Disfruten el momento.
La Gata Flora.
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