El Camino de Santiago es una de las rutas más importantes para los cristianos (las otras son Roma y Jerusalén). Se lo conoce también como Peregrinación a Santiago de Compostela y es por eso que los que lo hacen son llamados peregrinos. El Camino ya no es lo que era y se tornó algo más turístico que religioso, pero aún quedan peregrinos con el objetivo de llegar a la tumba del Apóstol Santiago que está dentro de la catedral de Santiago de Compostela. Hoy me estreno como peregrina y esta es mi reflexión.
Mi Camino empezó como un sueño hace mucho, tanto que ni yo
me acuerdo, y desde que me vine a vivir para este lado del mundo se fue
haciendo cada día más real. Creo que el “estar más cerca” hizo que mis ganas
fueran aumentando día a día y siempre que tenía un tiempo me ponía a investigar
y organizar cómo lo haría, cuándo, en qué ruta, qué tenía que llevar, si tenía
que entrenar y todo tipo de preguntas que me iban surgiendo mientras más me
metía en el tema. Hace un mes tomé la decisión que hace tres años venía
postergando por distintas situaciones: voy a recibir el 2019 caminando a
Santiago de Compostela.
Al igual que NO SOY UNA VIAJERA NORMAL, no me considero una
peregrina normal porque no peregriné nunca ni a la Villa de la Quebrada ni a
Luján, por ejemplo, y no tengo ningún tipo de preparación física. Sólo tengo un
sueño, ganas de cumplirlo y con eso me basta. Estoy nerviosa y tengo miedo,
como me pasa siempre que me lanzo a una aventura nueva. Mi experiencia personal
me dice que esos son sentimientos comunes cuando sé que es algo que vale la
pena. Así que acá estoy.
Tengo todo preparado: mi mochila, mis botas, mi bolsa de
dormir, una guía que escribí yo misma sobre la ruta que elegí, un cuaderno
(obvio, no podía faltar), mucha fé y confianza de que todo va a salir bien y
algunas cosas más.
Si bien leí todo lo que hay que leer no quise ver ni fotos ni videos porque quiero sorprenderme en cada km de los 114 km que voy a caminar. Si, 114 km son los que separan Sarria (la ciudad desde la que voy a empezar) de Santiago de Compostela.
Si bien leí todo lo que hay que leer no quise ver ni fotos ni videos porque quiero sorprenderme en cada km de los 114 km que voy a caminar. Si, 114 km son los que separan Sarria (la ciudad desde la que voy a empezar) de Santiago de Compostela.
El 2018 fue un año totalmente para olvidar en algunos
aspectos, pero de profundo aprendizaje en otros. Quiero empezar el 2019 con la fuerza
que sólo el Camino me va a dar.
Voy a caminar para dejar atrás todo eso que me
hizo mal y para agradecer por eso al mismo tiempo. Voy a caminar por mi abuelo,
porque sé que esto lo pondría muy contento. Voy a caminar por todos los que no
tienen casa o comida. Voy a caminar por los que están enfermos. Voy a caminar
por los que esperan algo. Voy a caminar por todos nosotros.
Hola, te leo en Twitter, qué linda experiencia que vas a vivir. Viví casi 30 años en zona oeste de paso a Luján. De todos los caminantes que conocí todos volvieron plenos, con la sensación de haber vivido algo indescriptible y emocionante, sin que sea algo religioso, sino a nivel personal. Como que si podés esos kilómetros vas a poder mucho más. Que tengas un lindo camino y ojalá puedas ir contando el día a día. Buen camino!!!
ResponderEliminarSaludos!!
pflorenze
Muchas gracias! Qué lindo mensaje...
EliminarEs muy cierto eso que decis, yo creo que si puedo con esos 114 km voy a poder con cualquier otra cosa!
Un beso!