“El hombre es lo que come” y, porque no, también es lo que lee.

“Somos lo que comemos” se puede leer en una pizarra a la entrada de una de las librerías más lindas en las que he estado: La Central de Callao, en Madrid. Pero, ¿de dónde viene esa frase? Ludwig Feuerbach, es un filósofo y antropólogo alemán que, en su escrito “Enseñanza de la alimentación”, en 1850 escribió: "Der Mensch ist, was er isst". Que en español sería: "El hombre es lo que come". Hoy no me quiero detener en esta frase, sino en las librerías y lo que hay dentro de ellas, otra de mis (tantas) pasiones.

 ¿Alguien puede describir el olor a libro nuevo? Es ese aroma que inunda las librerías cuando entramos, y hace que nos quedemos en ellas. Nos atrapa, nos atrae, nos cautiva. O por lo menos eso me pasa a mí. Es mi lugar favorito, después del supermercado, y puedo llegar a pasar horas y sin darme cuenta se me hace de noche. No importa si son pequeñas o grandes librerías con historia, lo importante para mí son los libros que hay en ellas. No tengo algún genero preferido, pero como se podrán imaginar los que hacen referencia a la gastronomía y comida son por los que más me inclino: recetarios, guías de restaurantes, novelas gastronómicas.

Todos los 21 de septiembre, día del estudiante en la Argentina, mi mamá nos regalaba un libro. Ella fue la que desde chicos nos inculcó la lectura y le tengo que agradecer por eso. Y es que en mi casa hay una biblioteca con muchísimos ejemplares de temas muy variados. Además de esos que me regaló mi mamá, cada vez que puedo me autoregalo uno. Pienso que son un tesoro y que siempre van a estar ahí para cuando yo los quiera consultar. Uno de mis objetivos es tener una biblioteca tan variada y extensa como la de mi casa. No soy de esas que cuida que los libros no se manchen, no se doblen; al contrario. Yo los escribo, subrayo, hago notas al costado y hasta cocino con ellos. No concibo leer un libro sin un lápiz en la mano.

Un poco del tesoro que quedó en la Argentina. 

Cuando voy a las librerías hay veces que me tengo que ir porque me quiero comprar todos. Me agarra una especie de agotamiento literario. Dicen que un buen escritor es el que lee mucho, así que creo que también por eso decidí volver a escribir. Cuando viajo, uno de mis destinos obligados son las librerías. Acá, cinco de las mejores en las que he estado:

· El Ateneo: Está catalogada como una de las librerías más hermosas del mundo. Ubicada en la Av. Santa Fe, del barrio Recoleta en Buenos Aires – Argentina, el edificio fue inaugurado en el año 1919 como un teatro. Luego se convirtió en una sala de cine, en 1929 mostró las primeras películas sonoras que se presentan en Argentina. En el año 2000, el antiguo teatro fue alquilado por la cadena de librerías “El Ateneo y Yenny libreros” y luego de las obras de remodelación se convirtió en la actual librería "Ateneo Grand Splendid" que mantiene las características del teatro y el cine que era. La cúpula pintada a mano, los balcones originales, la ornamentación dorada, el telón de terciopelo y las sillas de todo el edificio están todavía intactas para que personas como yo puedan pasarse horas eligiendo libros antes de la tan ansiada compra. También hay una cafetería en el fondo del local sobre lo que fue el escenario del teatro y en el subsuelo se encuentra el salón de venta de música y libros para niños. ¿Algo más podemos pedir?

· La Central: Emplazada en una casa palacio de 1.200 m2 'La Central' de Callao, una de las plazas más lindas de Madrid, tiene una colección de más de 70.000 libros. Si, ¡leyeron bien! Está dividida en tres pisos, tiene un café-restaurante y un bar. Se podrán imaginar la cantidad de horas que estuve ahí dentro. Totalmente recomendable si son amantes de los libros y tienen la posibilidad de ir a Madrid. 

· Librería Aqua Alta: Hay cierta época del año que en la Ciudad de los canales o también conocida como Venecia, sufre un fenómeno conocido como "Acqua alta" (agua alta). Los canales se conectan con una laguna, que a su vez está unida al mar Adriático. Generalmente durante los meses de otoño e invierno esta laguna presenta grandes subidas de agua, inundando las calles de la ciudad, las viviendas, los negocios, y las librerías. Luigi es el dueño de Acqua Alta, y para no perder toda su mercancía cuando sube el agua juntó barcas, góndolas y hasta una bañadera donde poner todos los libros. Esta no es una librería común y corriente. Su desorden forma parte de su encanto. No sólo hay libros por todas partes; sino también cuadros, láminas, cuadernos, postales antiguas, y gatos. Si, y a mí que no me gustan los gatos. Pero mi amor por los libros fue mayor, y me pasé una tarde entera acá dentro.

· Librería Shakespare & Co: En París todo es posible. Imagínense despertarnos y acostarnos entre libros. Si, en París todo es posible. En el primer piso, además de libros, hay lugar para dormir para aquel que ofrezca un par de horas de su vida para ordenar libros y escribir, por qué no, su próximo best seller. Una buena forma de ahorrar alojamiento en París. No se asusten (como lo hice yo) si ven a un gato entre los libros. También vive ahí. 

Por último, y no menos importante:

· Tuuu Librería: Cuando me dijeron de esta librería no lo podía creer así que tuve que ir a verlo con mis propios ojos. Acá los libros no tienen un precio, uno le pone el precio que cree que valen. Un desafío muy difícil pero a la vez maravilloso. Uno no sabe lo que valen los libros hasta que los tiene en la mano. Hay tres sucursales repartidas en Madrid y tienen una sola condición: te podes llevar los libros que te entren en las manos. 

Cuando me gusta mucho el plato que estoy comiendo o el lugar en donde estoy me emociono tanto que me olvido de sacar fotos. Creo que eso también es parte del poder disfrutar mejor de eso que estamos haciendo, comiendo o mirando.

Imagen de city-confidential.com. 

"Somos lo que comemos, como así somos lo que leemos. Así que leamos eso que queremos ser."

Si conocen alguna librería a la que debería ir no duden en decirme cuál, voy a estar más que contenta de incluirla en alguno de mis próximos viajes.

Disfruten el momento.

La Gata Flora.