La receta de mi abuela: "Pollo a la Franciscana".

Cuando mi abuela me pregunta que quiero para comer le digo “Pollo a la Franciscana” y cuando me da a elegir entre puré o arroz para acompañar, la mayoría de las veces elijo arroz. La primera vez que lo probé fue en su casa y desde ese día no hay otro plato que la identifique mejor que ese. Bueno, los tallarines de los domingos también. No estoy segura de donde viene esta receta, ella tampoco. ¿Cuántas veces se la habré pedido? Siempre me dice: “Escribila así no tenes que llamarme cada vez que la querés cocinar”. Lo que ella no sabe es que nunca la preparé (hasta hoy).

Ese día estaba en su casa y me hizo la “gran pregunta”: ¿Qué querés para almorzar? Mi respuesta fue obvia.  Fuimos a la cocina, ella empezó a preparar todo y yo miraba con gran admiración. Eran las 11 hs, la hora perfecta para empezar el mate. Mientras ella cortaba las cebollas yo ponía el agua en la pava.  Entre mate y mate terminó de cortarlas, las puso en una sarten tipo paellera, las doró junto con el pollo, agregó un poco de caldo y lo dejó asi por un rato. En ese tiempo yo ponía la mesa. 

El ingrediente principal de la famosa “Franciscana” es el limón; que con huevos y queso rallado forman una salsa espectacular que es tan perfumada y refrescante a la vez. 

No me pregunten porqué, pero a mí el arroz nunca me sale como a ella: desgranado, mantecoso, en su punto justo de cocción y con un ligero gusto a laurel. Creo que ese es su secreto. 

Cuando todo estuvo listo nos sentamos en la mesa y disfrutamos del almuerzo acompañadas de sus perros revoloteando por debajo y el noticiero de fondo. Siempre elijo pechuga, la baño con la salsa y pongo el arroz a un costado. Soy de esas que en cada bocado incluye un poco de cada parte del plato y si al final me quedo sin alguna me vuelvo a servir para terminar todo al mismo tiempo. ¿Será un TOC? Cosas que extraño estando lejos de mi casa es a mi familia y el “Pollo a la Franciscana”. Hoy me animé a prepararlo con "la receta de mi abuela".

Pollo a la Franciscana: (para 4 personas)

1. Cortar un pollo en trozos y sellarlo por ambos en una sartén con aceite de oliva.

2. Retirar el pollo y en la misma sartén rehogar 1 cebolla cortada bien chiquita alrededor de 10 minutos. Incorporar el pollo, sal y pimienta, una hoja de laurel, ajo si es de su gusto y 1 vaso de vino blanco que vamos a dejar evaporar para que pierda el alcohol y quede solo el gusto. 

3. Cubrimos con caldo y cocinamos 40 minutos a fuego medio controlando que no se quede sin líquido. Si es necesario incorporamos más. 

4. Para la salsa en un bowl batimos 3 huevos, el jugo de 2 limones y un paquete de queso rallado (alrededor de 75 gr). 

5. Apagamos el fuego, incorporamos la preparación anterior al pollo y con una cuchara de madera mezclamos para formar la salsa. Es muy importante hacer esto con el fuego apagado, de otra manera la salsa se puede cortar. Pueden agregar 2 cdas de pan rallado si quieren dar a la salsa un poco más de cuerpo. 

6. Servimos con arroz blanco o puré de papas. 

Las recetas de las abuelas son como tesoros que van pasando de generación en generación hasta llegar a uno, como los anillos. Y en cada familia hay una favorita en particular. Ésta es la mía. ¿Cuál es la de ustedes? Los leo en los comentarios. 

Cocinen rico.