miércoles, 19 de septiembre de 2018

Italia y Café, la historia de un amor correspondido.


No sólo de pasta vive el hombre en Italia. El café es uno de los protagonistas de esta historia de amor correspondido. ¿Cómo fue que el café llegó al país? ¿Porqué el “espresso” es la insignia del café en Italia? ¿Qué tienen que ver los baristas en esta historia? Son algunas de las preguntas que me hago desde que me vine a acá y espero poder responderlas.

Italia y Café, la historia de un amor correspondido.
Italia y Café: Historia de un amor correspondido.

El café llegó a la península a través del puerto de Venecia en el siglo XVI y desde ahí comenzó esta historia de amor. Pero no es hasta el año 1720 cuando se abrió el primer café del mundo: el “Florian” bajo uno de los arcos de la Plaza San Marcos. Este lugar además de ser famoso por seguir actualmente abierto lo es por haber pasado por algunos de los momentos más icónicos de Venecia: como cuando en 1902 se destruyó el campanario de la Basílica San Marcos y lo volvieron a reconstruir en 1912 o cuando en 1966 sufrió la gran inundación “Acqua Alta”. Es conocido mundialmente por haber sido visitado por muchas celebridades y por ser el primer establecimiento que autorizó la entrada a las mujeres, razones más que suficientes para que el precio de sus cafés ronden entre los 6€ y 14€.

Café Florian, Venecia. 
En 1884 Angelo Moriondo (nacido en Turin) construyó la primera máquina para preparar el café como se toma actualmente ya que en la antigüedad se tomaba como una infusión y se preparaba en ollas. Él la presentró en la Exposición Universal de Turin y obtuvo la medalla de bronce. Pero en 1901 un inventor milanés (Luigi Bezzera) obtuvo la patente y la mejoró construyendo así una caldera de bronce que calentaba el agua mediante carbón y producía vapor que pasaba a través del café para obtener la tan preciada bebida. En 1903 esa patente la adquirió Desiderio Pavoni y la usó para producir la máquina llamada “Ideale” que fue la primera cafetera espresso para el comercio. Lo nuevo de esta “Ideale” era que podía realizar de manera “exprés” una taza de café en el momento en que el cliente lo pidiera. De aquí el nombre de la insignia del café en Italia: el “café espresso”. Con el tiempo los italianos se fueron familiarizando con este término hasta que en 1935 lo incorporaron en el diccionario de un escritor (Alfredo Panzini) como: “hecho de una máquina presurizada o filtro”. En 1938 se registró el término “barista” para hacer referencia a la persona que se encargaba de preparar el café de alta calidad.
El otro fabricante de la época era “Victoria de Arduino” de Turin. Sin embargo ninguna de estas máquinas (Pavoni y Victoria de Arduino) hacía el “espresso” como lo conocemos ahora, con esa crema que tanto lo caracteriza, sino que parecía un café de filtro de color casi negro y con gusto a quemado.

En las décadas del 30 y 40 se inventaron otras máquinas para solucionar este problema pero la guerra y la disminución en el consumo hicieron que no prosperaran. Parecía que esta historia de amor llegaba a su fin.

Cafeteras a lo largo de la historia.
Pero el amor fue más fuerte y en 1947 Gaggia patentó una nueva máquina que finalmente dió con la manera de hacer el “espresso” con su crema tan característica. Era una máquina con un pistón que era muy fácil de manejar con una sola mano. Pero los italianos siguieron pensando en cómo hacer de ésta una mejor experiencia para el barista y así fue como Pavoni (inspirado en Gio Ponti) puso la caldera de manera horizontal para que hubiera una mayor interacción entre el barista y el cliente.

Y finalmente en 1961 Ernesto Valente fue quién trajo la manera semi automática de preparar el café, que es la que se utiliza actualmente, con una máquina (la Faena E61) que era capaz de mantener la presión del agua constante a lo largo del proceso. Ahora comienza la mejor parte de esta historia de amor entre los italianos, los bares y el café: la hipótesis era que el café en casa no era igual y por eso debían ir al bar a tomarlo. Acá los baristas se convirtieron en grandes amigos con los cuales compartir charlas mientras se esperaba el café. Fue “amor a primera vista”.
Faena E61.

Italia,el café, los baristas, la cafetera semi automática y el bar son los protagonistas de esta historia de amor que data del siglo XVI y aún sigue firme.

Disfruten el momento.

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